En cumplimiento con la normativa del Control de la Legionella y con el objetivo de preservar la calidad del agua de consumo humano almacenada en los aljibes, es fundamental llevar a cabo un mantenimiento adecuado. Este proceso incluye la impermeabilización de las estructuras, asegurando que no haya filtraciones que puedan comprometer la integridad del agua.

Además, la limpieza y desinfección de los aljibes son pasos imprescindibles para eliminar cualquier bacteria o agente contaminante que pudiera estar presente. Realizar estas operaciones periódicamente no solo ayuda a cumplir con la legislación vigente, sino que también garantiza la salud y el bienestar de los usuarios, asegurando que el agua almacenada sea segura y de alta calidad.